LA MEJORA EN LA GESTIÓN DE BOLSAS DE TRABAJO

Las administraciones públicas tienen habitualmente vacantes que no pueden ser cubiertas por personal funcionario de carrera o laboral fijo, en casos de necesidad de sustitución transitoria de los titulares, por la ejecución de programas de carácter temporal, o por exceso o acumulación de tareas.

Es por este motivo, que las administraciones se dotan de instrumentos como las bolsas de trabajo, el objetivo de las cuales es precisamente cubrir estas necesidades de contratación temporal de la manera más ágil, flexible, eficaz y eficiente posible.

Daleph ha trabajado recientemente por un municipio de la área Metropolitana de Barcelona para implementar un nuevo modelo de gestión de bolsas que vertebre todo el sistema de reclutamiento del nuevo personal para atender necesidades temporales.

El mencionado proyecto se fundamentó en 2 fases de trabajo, una primera fase centrada en el análisis del modelo de bolsas actual y en el estudio de modelos de gestión de otros entes de diferente tipología, para identificar buenas prácticas; y una segunda fase de propuesta de nuevo modelo.

Del análisis se concluyó que el modelo vigente de bolsas era principalmente reactivo y habitualmente condicionado por la urgencia de cubrir determinadas posiciones, lo que terminaba derivando en la creación de bolsas para perfiles muy específicos, lo que disminuía la tipología de vacantes a que podía dar respuesta cada bolsa de trabajo. A esto se sumaba un sistema de selección excesivamente complejo, que desincentivaba en muchos casos la participación en los procesos, así como un sistema de llamamiento rígido y poco eficiente.

Hecha la diagnosis se procedió a la construcción del nuevo modelo de gestión de bolsas de trabajo.

Se definió en primer lugar la tipología y estructuración de las bolsas en base a perfiles preferentemente genéricos, que puedan dar respuesta a las necesidades de diferentes ámbitos municipales, incrementando así la eficiencia de los procesos selectivos, y que inciten un modelo de gestión proactivo, no condicionado por la urgencia de cubrir determinadas posiciones. En este sentido, se huye, en lo posible, de configurar bolsas para perfiles específicos, reduciendo de este modo el número de procesos selectivos a realizar.

En segundo lugar, se definió un sistema de selección flexible y adaptativo, basado en el análisis comparado de modelos y en la voluntad de configurar un sistema ágil, y que hiciera hincapié en la evaluación de competencias. Por otro lado, resultaba clave configurar un sistema que aumentara la capacidad de atraer talento, que incentivara la participación en los procesos y que contribuyera a situar el trabajo en la administración como un espacio de oportunidad para las personas en busca de trabajo. En este sentido, se estableció un sistema flexible y que se pudiera adaptar a las necesidades, pero que principalmente redujera obstáculos propios de los procesos de selección ordinarios de oferta pública de empleo excesivamente complejos y poco proporcionales con el objetivo final de cubrir vacantes temporales.

Para acabar de definir el modelo, se establecieron aspectos relativos en su gestión, como por ejemplo la ordenación y jerarquía de bolsas, su vigencia, el sistema de llamamiento, los criterios de permanencia y exclusión, el periodo de prueba o prácticas y la emisión de informes de evaluación profesional.

El resultado de este trabajo, por lo tanto, ha sido el establecimiento de un modelo de bolsas de trabajo ajustado a las necesidades de la organización, que tiene que permitir una gestión ágil y eficiente y asegurar la cobertura de las necesidades de manera eficaz. En este sentido, desde Daleph creemos firmemente que la mejora en la gestión de las bolsas puede contribuir a reducir ineficiencias, pero muy especialmente a atender las necesidades temporales con perfiles adecuados, mejorando así los servicios que las administraciones prestan a la ciudadanía.

Nora Rodriguez

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