DIÁLOGOS PARA EL DÍA DESPUÉS: HUMANISMO Y DIÁLOGO

El pasado lunes 5 de julio, tuvo lugar la primera de las jornadas dedicadas al “diálogo para el día después” que centró su contenido en la relación humanismo-diálogo.

En primer lugar, la cineasta Mercedes Álvarez y el escritor José Angel González Sáinz, con la moderación de Gonzalo Fanjul, han dialogado sobre las palabras para el diálogo y el sentido del trinomio hablar, escuchar y entender. Algunas de las ideas formuladas han sido:

  • La preocupación por el lenguaje que hablamos, el posible abuso de la emoción versus la razón y el peligro de alcanzar un cierto estado de “Emocracia” en la que sea difícil distinguir grises porque todo es de un extremo u otro.
  • En el campo de las imágenes, la necesidad de acabar con tanta inflación de imágenes que igual presentan una masacre en oriente medio que una fiesta en un cortijo malagueño y la necesidad de trabajar con imágenes precisas y necesarias.
  • Para dialogar necesitamos “querer” aquel con quien dialogamos.
  • Como principal propuesta, la recuperación de la educación como herramienta básica para que el lenguaje ocupe el espacio que le atañe y el hablar, escuchar, entender sean posibles.

Por la tarde, en un diálogo de altura, los filósofos Arturo Leyte y José Luis Pardo, con la moderación de Misi Borràs, reflexionaron sobre Humanismo y Tecnología.

Pese a querer estar de acuerdo, y tener ambos el deseo de un mundo en el que el hombre (lo humano) siga siendo el centro y no la técnica, a lo largo del debate Arturo Leyte planteó sus tremendas dudas filosóficas sobre la cuestión. Su tesis es que apelar al humanismo es nostálgico puesto que, en su proceso de búsqueda, el hombre desarrolló tanto el conocimiento del objeto que al final es posible que la técnica se esté convirtiendo en el centro y lo humano en el epígono. Así, en un contexto en el que la técnica sea el centro puede llegar un momento en que tome decisiones en lugar del hombre.

Además de los estimulantes diálogos, la jornada se ha completado con estimulantes espacios para la música de la mano de Germán Díaz y Benjamín Otero que con sus instrumentos musicales mecánicos acompañados de oboe y cuerno inglés nos han presentado sus trece canciones bonitas.

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