LAS EDUSI: UN ANÁLISIS, MÁS ALLÁ DE LAS ALEGRÍAS Y LAS PENAS

Tras la esperada Resolución de la Segunda Convocatoria de ayudas FEDER destinadas a cofinanciar las Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (DUSI) presentadas por un total de 184 entidades locales y que ha traído la alegría a un total de 41 de ellas y la tristeza a las 143 restantes, se impone un análisis sosegado sobre algunas cuestiones que, no por sabidas “a priori”, dejan de ser importantes.

  1. La Segunda Convocatoria se planteaba mucho más competitiva que la ya lejana Primera. Aunque la misma se limitaba exclusivamente a las ciudades y Áreas Urbanas Funcionales (AUF) que no habían sido seleccionadas en Primera, y no en todo el territorio nacional (algunas CC.AA, habían agotado su financiación FEDER), lo cierto es que al disponer de un menor presupuesto (281 M€ frente a 730,9 M€), se presagiaba esta fuerte competencia.

A este aspecto, puramente estadístico, cabría añadir otras circunstancias que acrecentaban la lucha:

– Una especie de competición territorial entre los ayuntamientos vecinos sobre quién sería el “más listo” y se llevaba el gato al agua tras el fracaso de la Primera, con la consiguiente presión política y social de vecinos, oposición y asociaciones que, por necesidades de la Convocatoria, se han visto involucrados activamente en el diseño de sus respectivas estrategias.

– Una lluvia de millones FEDER (5, 10 o 15) para incrementar un “Capítulo 6”, más que depauperado por la crisis de las Haciendas Locales y las restricciones impuestas por la famosa Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local.

– Un calendario electoral local que ya permite divisar su próxima cita de mayo de 2019 y, con ello, la rendición de cuentas de los actuales Gobiernos Municipales.

– Un conocimiento detallado de los elementos y criterios que valoró el Ministerio en la selección de la Primera y, muy especialmente, de las debilidades presentadas por aquellas no seleccionadas.

Todo ello ha llevado a elevar el nivel de las Estrategias DUSI presentadas y a “encarecer” una selección ya de por sí difícil. Baste señalar, a este respecto que en la Primera Convocatoria se seleccionaron un total de 82 Estrategias, de las 269 presentadas (30,48 %) y en la Segunda, 41 de 184 (22,28 %); o que, en Andalucía se haya elevado la “nota de corte” en casi 5 puntos (72,5 frente a 67,75) entre ambas convocatorias.

  1. Otra segunda consideración, igualmente esperada, que merece nuestro comentario, es el gran desequilibrio territorial en el reparto. Es evidente que el tener una financiación afectada como FEDER, dependiente del volumen de población y de la renta per cápita de cada región, conlleva fuertes desequilibrios en el reparto de sus fondos. Todos sabemos que la base de la política regional europea entraña un reparto discriminatorio en favor de las regiones “menos desarrolladas”, frente a las “más desarrolladas”, y estas diferencias, como no podían ser de otra forma, se hacen patentes cuando se analiza la distribución de las Estrategias DUSI en nuestro país.

El plano adjunto refleja el número de Estrategias que, tras la segunda selección, se implementarán en cada Comunidad Autónoma a lo largo de los próximos años, y el porcentaje que éstas suponen sobre el total de municipios que, cada una de ellas, tiene de más de 20.000 habitantes.

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Cabe señalar a este respecto que, a nivel nacional, las 123 Estrategias aprobadas entre ambas convocatorias representan un 31,14 % de estos municipios o, dicho de otro modo, 3 de cada 10 ciudades españolas (mayores de 20.000 habitantes) verán cofinanciadas sus Estrategias DUSI por la Unión Europea. Sin embargo, entrando en el detalle y, por lo apuntado anteriormente, observamos grandes diferencias entre ellas:

– El mayor impacto del Programa será en Extremadura, donde se han aprobado 8 Estrategias y sólo 7 de sus ciudades tienen más de 20.000 habitantes. O, lo que es lo mismo, todas las ciudades extremeñas tendrán su Estrategia DUSI. La octava estrategia seleccionada obedece a que se ha aprobado una AUF de pequeñas poblaciones conurbanadas.

– Seis Comunidades Autónomas (Galicia, Castilla – La Mancha, La Rioja, Aragón, Andalucía y Asturias, por este orden), tienen un impacto muy superior a la media nacional.

– Otras siete (Castilla y León, Navarra, Canarias, Murcia, Comunidad Valenciana, Madrid y Cantabria) se sitúan en torno a la media.

– Y, en tres de ellas (Baleares, Cataluña y País Vasco), el programa tendrá una presencia muy testimonial. Llama la atención como en Baleares (Palma) y País Vasco (Bilbao) sólo tienen seleccionada una Estrategia.

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Estas diferencias territoriales se verán aún más incrementadas cuando se publique y resuelva la Tercera Convocatoria de ayudas que tiene anunciada la DG de Fondos Comunitarios, puesto que la misma se concentrará en las Comunidades de Extremadura; Andalucía; Castilla – La Mancha; Murcia; Comunidad Valenciana y Canarias, al proceder de un excedente de programación del POCS.

  1. Un último aspecto que merece nuestra atención es el escaso peso que representan las Estrategias de las AUF configuradas por la propuesta conjunta de varias poblaciones, frente a las de las ciudades individuales.

Como se recordará el Anexo I de la Orden reguladora de las Bases de Ayuda (Orden HAP/2427/2015), establece cuatro tipologías de áreas urbanas susceptibles de presentar Estrategias DUSI, de las que sólo la primera de ellas, se refiere a un único municipio como entidad promotora.

Analizando las selecciones realizadas en las dos convocatorias resueltas, podemos observar como sólo 8 de las 123 Estrategias aprobadas (un 6,5 %) responde a los supuestos agrupados del Anexo I (2, 3 y 4).

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Especialmente significativo ha sido el caso de la Segunda Convocatoria, en la que sólo se ha aprobado una Estrategia presentada por una Diputación para una agrupación de municipios (la de Albacete para Hellín y sus municipios limítrofes).

Este hecho refleja de forma clara la mayor dificultad que tienen estas iniciativas conjuntas de competir frente a las propuestas por ciudades individuales cuando lo que se valora, como es el caso, es la solidez y coherencia de una estrategia urbana (artículo 2º de la Orden de Bases).

En conclusión, el programa DUSI ha quemado el “segundo de los cartuchos”, repartiendo alegrías y tristezas a lo largo del territorio nacional. Dada su fuerte competencia, una gran parte de las ciudades y áreas funcionales presentadas no podrán recibir la ansiada financiación del FEDER y, en el mejor de los casos, deberán esperar mejor suerte en la Tercera Convocatoria, mientras que las más afortunadas, al ser seleccionadas, podrán desplegar toda una batería de “operaciones” que les permitirá hacer de sus ciudades unos espacios más inteligentes, sostenibles e integradores, en línea con lo propuesto en el Artículo 7.1. del Reglamento del FEDER.

Al resto, a los estudiosos del desarrollo urbano sostenible, nos quedará hasta el año 2023, para comprobar y evaluar si ello ha sido efectivamente así.

                                                                                                                                                                               Miguel Ballesteros

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