La situación de emergencia sanitaria y las medidas que la han acompañado han provocado un cambio de modelo en la ejecución de muchos proyectos. Todas las acciones que se realizaban presencialmente han tenido que ser sustituidas con fórmulas a distancia para que el proyecto pudiera seguir avanzando.
Pese a cierto escepticismo inicial, las actividades celebradas, principalmente, mediante videoconferencia han resultado ser tanto o más productivas que las reuniones presenciales. Así, la adaptabilidad de todas las partes involucradas ha permitido dar continuidad a los proyectos y no tener que alterar su calendario. En el marco de varios proyectos organizativos, por ejemplo, se han podido realizar entrevistas individuales, presentaciones grupales y reuniones de trabajo con equipos técnicos y de gobierno.
Las reuniones a distancia han permitido una mayor flexibilidad y adaptabilidad a la hora de agendar los encuentros, ha generado un grado de confianza y de relaciones personales muy similar a las de un acto presencial y en algún caso han dado lugar a soluciones imaginativas a la hora de compartir o trabajar colaborativamente. Hay que tener en cuenta, además, el recorrido que hay en este campo para innovar y explorar en el uso de herramientas y recursos virtuales y multimedia de trabajo a distancia.
Esta experiencia hace pensar en la necesidad de evolucionar hacia un modelo más mixto en la ejecución de los proyectos en un futuro inmediato. Un modelo que combine la presencialidad con la celebración de reuniones y sesiones a distancia que dote de una mayor eficiencia la gestión de proyectos y el uso de los recursos, permita más flexibilidad a todas las partes implicadas, reduzca el impacto ambiental de los desplazamientos e, incluso, pueda aumentar la conexión y el contacto entre las partes cuando sea necesario.
La realidad actual debería generar la inercia que establezca las bases para un cambio en las relaciones con los clientes y en la gestión de los proyectos que mejore la eficiencia, la flexibilidad, la adaptabilidad y reduzca la huella ambiental.
Marti Puigbo
Escribe un comentario