Vengo siguiendo con cierto interés los blogs que viene publicando mi compañero Jaume Amill sobre la grave situación de despoblamiento que viven las zonas rurales de nuestro país haciéndose eco de diferentes artículos que vienen apareciendo sobre el tema, y no he podido resistirme en comentar algunos aspectos relacionados con los Fondos Europeos, puesto que en estos momentos estamos trabajando para la Comisión Europea en la configuración del “Eje Urbano” que debe marcar el próximo Periodo de Programación 2021-2027, en España.
Este trabajo, me permite dar algunas pinceladas sobre cómo podrían contribuir los Fondos de Cohesión Europeos, y especialmente el “Eje Urbano-FEDER”, a paliar este problema:
- En mi opinión el tema del despoblamiento es de tal dimensión que no puede quedar reducido en la Agenda Europea al ámbito rural y, por tanto, exclusivamente al FEADER, como ha ocurrido en el actual Periodo de Programación 2014-2020. Las estadísticas poblacionales nos muestran que no es un tema que afecte sólo al mundo rural, sino también a muchas ciudades intermedias españolas.
- A diferencia del éxodo rural-urbano que se produjo desde mediados del siglo XX, en gran parte debido a la tardía revolución industrial producida en España, de unos años a esta parte se viene produciendo un segundo éxodo urbano-urbano. Una migración desde ciudades pequeñas y medianas en zonas con escasa actividad industrial y de servicios, hacia otras ciudades de mayor tamaño y con mejores perspectivas laborales y profesionales. Este hecho, junto a las bajas tasas de fecundidad de reemplazo (inferiores al mínimo de 2,1 hijos/as por mujer) están disminuyendo alarmantemente la población de las ciudades intermedias. En esta línea aconsejo una lectura del Informe “Población y despoblación en España 2016. El 50% de los municipios españoles, en riesgo de extinción”, publicado por la Federación Española de Municipios y Provincias (http://femp.femp.es/files/566-2117-archivo/20170125%20informe_despoblacion.pdf).
- Creo que el futuro “Objetivo Político 5: Europa más cerca de los ciudadanos”, con su doble dimensión urbana y rural, puede ayudar extraordinariamente a que la Política de Cohesión 2021-2027 aborde el problema de despoblamiento desde ambas perspectivas: rural (reforzando las líneas FEADER a través de los Grupos de Desarrollo Rural) y urbana (favoreciendo, con el Eje Urbano-FEDER, el desarrollo de estas ciudades intermedias para hacerlas más atractivas y detener así su sangría poblacional).
- Por último, creo que también sería conveniente repensar el modelo de reparto presupuestario de los Fondos de Cohesión disponibles, para facilitar la llegada de una mayor financiación a aquellas zonas en donde el problema del despoblamiento es más acuciante.
Si sólo se consideran, como viene siendo hasta ahora, como criterios de reparto el número de habitantes y la renta per cápita, estas zonas seguirán recibiendo pocos fondos europeos, porque es evidente que no sólo tienen poca población, sino que solo tienden a permanecer aquellas personas que tiene un futuro laboral más estable y, por tanto, mayor poder adquisitivo.
Sin duda, el debate está abierto y es apasionante… Espero tu próxima entrada, Jaume.
Miguel Ballesteros.
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