Como se ha puesto de manifiesto a lo largo de los últimos años, la falta de vivienda social destinada a las personas más desfavorecidas es una realidad compleja que requiere de soluciones a corto plazo y la búsqueda de nuevos enfoques capaces de dar respuestas estables a largo plazo.

La experiencia de otros países puede aportar algo de luz sobre modelos alternativos que se han impulsado en nuestro entorno cercano con buenos resultados. En concreto, la semana pasada tuvimos la ocasión de conocer diversas Housing Associations (HA) que se dedican a la promoción y gestión de vivienda social el Reino Unido. Tan sólo un dato para ilustrar su magnitud: la mayor HA del Reino Unido cuenta con un parque equivalente al 50% de la vivienda social existente en España.

A pesar de la reducción de las ayudas públicas en años recientes las HA han seguido desarrollando una función social fundamental basada en los siguientes aspectos:

  • En primer lugar, una amplia presencia de las HA en todo el territorio británico, posible gracias a un modelo de colaboración público privada en la provisión de las viviendas. En estos momentos las HA gestionan el 20% del parque inmobiliario del Reino Unido, con una parte muy importante destinado a alquiler.
  • En segundo lugar, una alta profesionalización en la gestión. Las HA cuentan con equipos altamente especializados en cada uno de los ámbitos en los que intervienen: desde la gestión de los alquileres, a la rehabilitación de las viviendas, pasando por los equipos de profesionales que trabajan sobre el terreno o el seguimiento de las viviendas vacías.
  • Otro aspecto relevante, es la puesta en marcha de programas integrales pero individualizados de apoyo a las familias. El acceso a la vivienda es tan sólo el punto de partida en el proceso de acompañamiento integral. Destacan los programas sociales de acceso a los servicios públicos y a las ayudas existentes, los programas de mejora y mantenimiento de la vivienda o los de mejora gestión de la economía doméstica.
  • En cuarto lugar, sitúan en el punto central los programas de empleo. Financiados por las mismas HA han sido parte integrante de las mismas desde sus orígenes y son la apuesta clara de acompañamiento a las familias. De los recursos que se destinan a programas a la comunidad el 50% se destinan a los programas de empleo y su impacto sobre las familias es muy evidente situando en el 97% el porcentaje de familias que pueden hacer frente a su alquiler mensual.
  • Y por último, la búsqueda constante de formas innovadoras de financiación. La reducción de recursos públicos está obligando a buscar soluciones imaginativas para financiar los servicios que prestan las HA. Entre otras fórmulas destacan los Bonos Sociales Inversos basados en la idea de reinvertir parte los recursos que las Administraciones Públicas se ahorran por la existencia de programas integrales de apoyo a las comunidades que llevan a cabo las HA o la apuesta por desarrollar Sociedades de Inversión Social.

La experiencia británica no es idílica y presenta retos importantes como el de garantizar el acceso a la vivienda social en la ciudad Londres, donde la escalada de precios es continua.

Con todo, en esta breve visita también hemos podido observar que la colaboración real entre el sector público y privado puede dar respuestas integrales a problemas sociales como el de la vivienda; que la orientación social de ciertas entidades puede mejorar la vida de las personas y que como dijo Albert Einstein, para obtener resultados distintos debemos dejar de hacer las cosas como las hemos hecho siempre.

Albert Sala

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