El pasado 24 de enero tuvo lugar en el Palau Macaya la interesante jornada «El ecosistema emprendedor para el impulso de la economía circular», organizado por el Pacto Industrial de la Región Metropolitana de Barcelona, en el marco del ciclo «Diálogos y sinergias para la transición circular en el horizonte 2030 «.
A pesar de todas las intervenciones fueron muy interesantes, cabe destacar la que realizó Dror Etzion, profesor de Sostenibilidad y Estrategia y director del Centro de Estudios Estratégicos en Organizaciones en la McGill University de Canadá.
El interés de esta ponencia radica en una afirmación contundente que el profesor Etzion haga al principio de su exposición: «Aceptamos cambio climático, pero a la hora no estamos cambiando nuestros hábitos de vida«.
Cada año los líderes políticos se reúnen, dicen que harán cosas y al final todo acaba en una gran decepción. Como ejemplo cercano, la COP 25. Si llevamos 25 años de reuniones y no hemos sido capaces de llegar a una acción verdaderamente consensuada, tal vez hay algo que no permite que se llegue a acuerdos reales.
Su punto de vista es que la única manera de conseguir resultados reales es abandonar todos estos grandes acuerdos internacionales y bajar a un nivel más bajo: país, región, ciudad, barrio, familia. Un enfoque realmente rompedor y contra el mainstream habitual.
La cuestión comienza por la complejidad del problema: para unos es un problema técnico, para otros es un problema económico, un problema de desigualdad, etc. Su diagnóstico es que no se puede abordar el problema desde un punto de vista de centralidad. No se debe hacer una planificación tanto organizada. Propone más bien una experimentación continuada: aprendemos del proceso.
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