DE LA CONFERENCIA DE BEIJING AL QUINTO OBJETIVO DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Este 2020 se cumplen 25 años de la celebración de la cuarta conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en 1995, donde se aprobó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. La aprobación de la declaración fija 12 ámbitos críticos que constituyen obstáculos para la igualdad de género, e identifica el alcance de las medidas que los gobernantes, Naciones Unidad y la sociedad civil han de lograr para alcanzar la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida, tanto públicos como privados.

Desde la aprobación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing se han hecho grandes avances en materia de igualdad de género, como cerca de 300 reformas legislativas de apoyo a la igualdad de género en 131 países, la aprobación de políticas públicas de acceso a la educación, que eleva el número de niñas escolarizadas a la cifra más alta registrada o la disminución en un 38% de la mortalidad maternal en los últimos 17 años.

Pese a esto, los datos a nivel mundial nos indica que aún queda mucho camino por recorrer en materia de igualdad de género: las mujeres, de media, siguen cobrando un 16% menos que los hombres, sólo una de cada cuatro ostenta un cargo electo o de dirección, y una de cada cinco mujeres y niñas de entre 15 y 49 años afirma haber sufrido violencia sexual o física a manos de su pareja en el último año.

Desde Daleph, queremos poner de relevancia la vigencia de los contenidos y objetivos de la Declaración de Beijing, así como la importancia del quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible ya que, aunque se han hecho grandes avances en materia de protección y promoción de los derechos de niñas y mujeres, 25 años después de su aprobación, ningún Estado ha alcanzado la igualdad de género.

Es por esto que, desde el área de Empleo e igualdad, seguimos trabajando con administraciones públicas y empresas privadas en el acompañamiento y elaboración de planes de igualdad, introduciendo la perspectiva de género en las políticas públicas y elaborando planes y análisis cobre conciliación, corresponsabilidad y buenas prácticas reafirmando, día a día, nuestro compromiso con la igualdad efectiva de derechos de las mujeres.

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