En los últimos meses son muchos los ayuntamientos que nos exponen su interés en diseñar una Agenda que les permita alinear sus políticas a la Agenda 2030.
Son plenamente conscientes que los Objetivos y Metas de Desarrollo Sostenible que pretende ésta, solo serán posibles si las ciudades se involucran activamente en su consecución, mediante acertados instrumentos de planificación que, alineados con los mismos, permitan orientar su propia acción y medir sus resultados.
A mediados del pasado año el Consejo de Ministros, por iniciativa del entonces Ministerio de Fomento, aprobó la Agenda Urbana Española, documento no normativo, pero que ofrece una metodología de trabajo para que nuestras ciudades ajusten sus propias políticas e intervenciones a los objetivos y metas que plantea la Agenda 2030.
En mi opinión la contribución de la Agenda Urbana Española a la Agenda 2030 es sumamente interesante, más allá del tamaño del núcleo urbano en la que se aplique. Y ello por las siguientes razones:
- Porque entiende el proceso inherente a la planificación estratégica local, no como un documento, sino como un proceso, que los distintos actores locales deben revisar y ajustar para tratar de alcanzar los objetivos propuestos.
- Porque integra todos los Objetivos y Metas que plantea la Agenda 2030, como la Nueva Agenda Urbana Internacional. No se limita a desarrollar el ODS #11, sino que recoge 82 de las 169 metas de la Agenda 2030 que tienen impacto local.
- Porque entiende la realidad urbana como un complejo entramado de relaciones público-privadas, en la que las decisiones de los diferentes actores pueden condicionar su resultado. El papel del Ayuntamiento, siendo importante, no es necesariamente el único a tener en cuenta.
- Porque no concibe el entorno urbano como algo específico de las ciudades, sino también de los pueblos o entornos urbanos más pequeños.
- Porque defiende una metodología lógica en el que partiendo de diferentes diagnósticos sectoriales (basado en una serie de datos descriptivos), propugna el diseño de un Plan de Acción Estratégico Local y una batería de Indicadores de Seguimiento y Evaluación, que permitan medir sus avances a lo largo de los años de vigencia.
- Porque tal y como expone en su capítulo destinado a su financiación, es más que posible que el Próximo Periodo de Programación 2021-2027, condicione el acceso a recursos de “Desarrollo Urbano Sostenible” del FEDER (artículo 9 en la propuesta de nuevo Reglamento) a que la ciudad o territorio cuente con su propia Agenda Urbana.
Algunas ciudades, como A Coruña, Murcia o Málaga ya han tomado buena nota de ello, y se han puesto manos a la obra en el diseño de su propio Plan de Acción Local ajustado a la metodología que aconseja la Agenda Urbana Española, lo que augura que a lo largo de los próximos meses veremos muchas más. ¿Será tu ciudad una de ellas?
Miguel Ballesteros
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